Una de las preguntas principales a las que responden nuestros informes de reconstrucción es “¿a qué velocidad se produjo mi atropello?”, un básico en los accidentes de tráfico. La proyección del peatón nos ayudará a determinarla.
La velocidad de atropello según sea la proyección del peatón
Este, desde luego, es un recurso esclarecedor en la práctica totalidad de los casos de accidente de tráfico con atropello pues la proximidad de los resultados con la realidad es total.
Realmente se trata de un cálculo rápido de hacer si se cuenta con la información necesaria.
Posición exacta del atropello
Debemos conocer, para comenzar, el punto donde se produjo el choque. El atestado policial nos ofrece la posición final, si bien, es mucho más difícil determinar dónde se produjo exactamente la colisión del vehículo con el peatón.
Para conseguirlo será necesario acudir a lo que los testigos declarasen, el rastro que dejasen los vestigios del vehículo o el peatón, su procedencia y destino.
La distancia hasta la posición final, es decir, la proyección del peatón, será la que nos ayude con los cálculos.
Los cálculos
Aunque existen diferentes fórmulas, la más extendida y utilizada es la de John A. Searle.
Lo que esta fórmula nos dice es que, en función de la eficiencia de la proyección debe incrementarse el valor mínimo de la velocidad de esta. La eficiencia, a su vez, depende de la forma que tenga el frontal del vehículo en relación a la altura del peatón y, por supuesto, de si el primera esta o no frenando en el momento del golpe.
En terreno plano, esa velocidad mínima se queda en:
Para ello, el valor de coeficiente de rozamiento es de 0.7. S será la distancia de proyección.
Existe un factor corrector de la velocidad mínima que se sitúa en el 20% de la resolución y que se debe añadir al resultado y que se logra simplemente multiplicando por 0.2.
Finalmente nos quedamos con esta última fórmula mediante la cual se conocerá a qué velocidad se produjo un atropello teniendo como principal consideración la proyección del peatón.
No olvidemos que también podemos calcular la velocidad de un vehículo por su huella de frenada por lo que sería ideal contar también con este dato para poder comparar cálculos y llegar a una determinación mucho más ajustada de la velocidad real.
Del mismo modo, conocer ambas fórmulas nos permite saber, si existen grandes discrepancias entre las velocidades obtenidas, qué testimonio puede estar fallando y por qué e incluso destapar intentos de fraude, como muchas veces así ha ocurrido.
¿Qué te parecen estas fórmulas matemáticas? ¿Las utilizaron en tu informe de reconstrucción?
Si te ha interesado este artículo seguro que te encantará nuestro post sobre mecánica del atropello en el que hablamos de los tipos de choques según la proyección del peatón y su posición respecto al vehículo.
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