Conducir y beber alcohol está directamente relacionado con aproximadamente un 33% de los accidentes que incluyen víctimas mortales en España lo que indica que el alcohol es la causa que tiene mayor incidencia en los accidentes de tráfico.
Según las estadísticas, en España mueren cada fin de semana un promedio de 20 personas menores de 30 años, sin contar aquellos casos en que las víctimas sufren lesiones graves, que pueden ser irreversibles, teniendo que pasar el resto de su vida postrados en una silla de ruedas o en una cama. En aproximadamente un 37% de estos accidentes ha estado presente un nivel de alcohol mayor que el permitido.
Aunque el consumidor de alcohol no lo percibe, el exceso en el consumo de alcohol produce alteraciones físicas y psicológicas considerables que no permiten tener una conducción segura.
¿Qué es la alcoholemia y cómo se mide?
La alcoholemia, hace referencia al nivel de alcohol que se tiene en la sangre y se mide en gramos de alcohol por litro de sangre. Cuando consumes cualquier bebida alcohólica, esta es absorbida por el estómago y el duodeno de inmediato, y más aún si tu estómago está vacío, si la bebida tiene un alto grado de alcohol, si está gasificada o si es consumida caliente.
Cuando el alcohol llega a la sangre, afecta todo el organismo, incluyendo el cerebro. Por esta razón al conducir y beber alcohol vas a comenzar a tener problemas.
Según el Reglamento General de Circulación un conductor no puede circular en un coche si tiene una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro o superior a 0,25 miligramos por litro de alcohol en aire espirado.
Cuando el vehículo esté destinado a uso comercial, como transporte de mercancía por ejemplo, la tasa de alcohol en sangre no puede exceder los 0,3 gramos por litro o de alcohol en aire espirado superior a 0,15 miligramos por litro.
La alcoholemia se mide realizando la verificación de aire espirado mediante etilómetros oficialmente autorizados y homologados. De ser necesario se realiza la prueba de sangre para determinar el grado de alcohol que ésta contiene. Si el resultado es positivo, el coste del laboratorio es pagado por el conductor, si es negativo la Jefatura Central de Tráfico correrá con el cargo.
Es obligatorio para todos los conductores de vehículos someterse a las pruebas de alcoholemia. También deben someterse a esta prueba todos los usuarios de la vía que estén involucrados en un accidente de tráfico.
Si el resultado de las pruebas, tanto de aire espirado, como de sangre, es positivo, los agentes procederán a inmovilizar el coche. Acción que están autorizados a tomar también en el caso que el conductor se niegue a efectuar las pruebas de alcohol. Todos los gastos generados por la inmovilización y traslado del vehículo corren por cuenta del conductor.
Efectos provocados por conducir y beber alcohol
Los efectos provocados por conducir y beber alcohol son muchos e innumerables las variables que pueden incidir en el proceso. A continuación te mostramos algunos de los efectos que se pueden producir al conducir ebrio:
- Violación de las normas de circulación: Se violan las normas de circulación al conducir y beber alcohol, porque este hace que no captes correctamente las señales y marcas viales, colocándote como conductor en una situación de riesgo.
- Cambios en el comportamiento: Cuando conduces bajo los efectos del alcohol, puedes llegar a sentir una falsa seguridad en ti mismo, incluso la sensación de creer que tienes una mejor capacidad para conducir cuando estás ebrio. Esto aumenta la tolerancia al riesgo y disminuye el sentido de responsabilidad y la prudencia.
- Disminuye el tiempo de reacción: Después que tu sangre tiene más de 0,5 gramos de alcohol, tu capacidad de reacción disminuye considerablemente. Dependiendo de tu nivel de tolerancia al alcohol este produce una lentitud en las respuestas frente a las estimulaciones sensoriales que puede disminuir los reflejos y el tiempo de reacción ante cualquier obstáculo que se presente.
- Alteraciones de las funciones sensoriales: El alcohol afecta de forma considerable el sentido de la vista y todos los procesos sensoriales y perceptivos que están asociados a ella.
- Descoordinación de las funciones psicomotrices: Al conducir ebrio puedes experimentar una descoordinación motora, problemas de acomodación de las órdenes sensoriales a las motrices, trastornos del equilibrio y disminución del rendimiento muscular y de todo el organismo.
No tomes el riesgo de conducir y beber alcohol, está más que comprobado que todo tu cuerpo se altera cuando lo consumes, debes hacer el firme compromiso de no conducir si has ingerido, así sea un volumen mínimo de alcohol. Con esta medida estarás tomando el menor riesgo posible de perder tu vida en un accidente de tráfico o provocar que otros usuarios de la vía pierdan la suya.
Déjanos un comentario y cuéntanos tu opinión sobre conducir y beber alcohol.
Deja una respuesta