Conducir de noche es tres veces más arriesgado que si se hace de día, esto debido a que la visibilidad nocturna es muy pobre, el cansancio se siente más rápido y se suele aumentar la velocidad por haber menos tráfico en la carretera, estos son sólo algunos de los factores que pueden provocar un accidente de tráfico y que su riesgo aumenta en la conducción nocturna. Considerando ésta realidad se deben tomar medidas extremas de seguridad vial para evitar cualquier tipo de accidente.
Muchos conductores se sienten atraídos por conducir de noche, pero es posible que sólo hayan conducido muy pocos kilómetros a oscuras o con poca visibilidad. Así tiene un gran atractivo y sobre todo si se goza de condiciones climatológicas estupendas o han estado solos en una vía de la carretera. Sin embargo, la historia cambia cuando tenemos que recorrer muchos kilómetros en una carretera con bastante tráfico, con mucha lluvia, sin conocerla y con baja visibilidad nocturna. En estas condiciones se le va todo el atractivo a conducir en la noche, por el contrario se convierte en una situación muy difícil donde debemos activar todos nuestros sentidos y toda nuestra capacidad de atención para evitar alguna colisión con otro vehículo.
Factores que influyen en que la conducción nocturna sea más arriesgada
Disminución de la capacidad visual
Tu recibes el 90% de la información del tráfico a través de la vista, pero su calidad está condicionada a la capacidad de percepción visual que tengas, que va a ser el resultado de:
- Variación de la luminosidad
- La distorsión de las formas o agudeza visual
- Capacidad para reconocer los colores
Cada uno de esos procesos se podrían ver perturbados provocando una reducción considerable de la visibilidad nocturna de 1/20 si lo comparamos con la luz del día, sometiendo los ojos y el cerebro a un esfuerzo mucho mayor para actuar con rapidez y eficacia durante la noche.
Esa situación se agudiza más si las condiciones climatológicas son adversas. Por ejemplo, con la lluvia, el pavimento mojado absorbe gran parte de las radiaciones lumínicas de las luces.
Baja visibilidad nocturna en la carretera
Nuestro campo visual disminuye considerablemente, debido a que se limita a la zona iluminada solamente. Por ejemplo, las luces del vehículo iluminan de forma eficaz un rango de 100 metros, así que por más que nos esforcemos, tendremos una gran dificultad para ver a una distancia mayor.
El cansancio
Está comprobado que conducir de noche provoca que te sientas cansado con mayor rapidez, con esto llega también el sueño. Puedes sentir síntomas como picor y lagrimeo en los ojos, dolor en los hombros y la espalda, la cabeza pesada, etc. Si a esto le sumamos otros factores como la edad, limitaciones visuales, enfermedades, el consumo de alcohol o drogas, las consecuencias pueden ser más críticas.
Es de vital importancia que descanses antes de salir a conducir, pero si no puedes hacerlo por falta de tiempo o cualquier otra situación, puedes realizar algunos ejercicios físicos para activar tu sistema circulatorio y evitar quedarte dormido.
Velocidad
En la noche la carretera está despejada de tráfico, si como conductor no adaptas la velocidad a tu campo visual, podrías tener un accidente, debido a que en la oscuridad se aprecian menos la velocidad y el movimiento, y tendrás menos tiempo de reacción si debes frenar de repente. Algunos conductores optan por hacer maniobras en la carretera, ignorando los peligros que corren con esta práctica.
Lo que debes saber si tienes que conducir de noche con poca visibilidad
Cuando tengas la necesidad de conducir durante la noche, sobre todo en las estaciones que oscurece más temprano, mantener una actitud activa, vigilante y anticipativa es lo mejor que puedes hacer, a tal efecto ponemos a tu disposición las siguientes recomendaciones para que logres una conducción nocturna más segura:
- Disponer de buena iluminación, es decir, revisa que las luces estén en perfecto estado para que la zona iluminada sea la adecuada.
- Enciende las luces desde el atardecer hasta que amanece, así otros conductores pueden verte mejor. Recuerda, la regla es ver y que te vean.
- Si llevas luces largas, cambia a las de cruce si te cruzas con otro vehículo o si vas detrás de uno, así evitas deslumbrarlo.
- Si te deslumbra otro vehículo haz un cambio de luz como señal y mantén la luz de cruce encendida.
- No lleves las luces interiores del vehículo encendidas, te podrían restar visión hacia el exterior.
- Mantén los parabrisas limpios y revisa que los limpiaparabrisas funcionen correctamente y tengan líquido suficiente.
- Si usas lentes, procura que estén limpios para evitar los reflejos. La mejor opción son los lentes con antirreflejos.
- Adapta la velocidad a tu zona visual y aumenta la distancia de seguridad, así tendrás tiempo de actuar de ser necesario.
- Si vas a realizar un adelantamiento, asegúrate de colocar las luces de cruce para no deslumbrar a otro conductor, ten especial cuidado al regresar a tu carril, recuerda que las distancias no se aprecian igual en la oscuridad.
- Toma en cuenta que puedes encontrar a tu paso peatones o ciclistas y no puedas verlos de inmediato.
- Ten especial cuidado si vas por una carretera secundaria en zona boscosa o campo, porque podría salir un animal y hacer que pierdas el control de tu vehículo.
- Si te sientes somnoliento, te arden los ojos o tienes dificultad para concentrarte, debes parar, dormir unos 20 minutos, tomar café o una bebida estimulante. Si persiste la fatiga, duerme cuanto necesites.
No olvides:
- Encender las luces de emergencia si vas a detener el vehículo.
- Colocar los triángulos de preseñalización de peligro en el lugar adecuado en caso de accidente o avería.
Aunque la conducción nocturna puede representar un reto en la seguridad vial, la forma más idónea para evitar dichos riesgos es dormir las horas suficientes y procurar una buena visibilidad. Sigue nuestras recomendaciones para que a pesar de la baja visibilidad nocturna puedas evitar cualquier accidente.
Déjanos un comentario y comparte tu experiencia conduciendo durante la noche.
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