El valor venal de tu vehículo es un concepto, como el de días impeditivos y no impeditivos, bastante importante cuando se ha tenido un accidente de tráfico y se está pendiente de recibir una indemnización por ello.
Valor venal: Definición y características
En los tribunales de nuestro país se ha discutido este tema en varias ocasiones.
En primera instancia, lo que se debe tener en cuenta es el precio de venta que ese vehículo tendría justo antes de que ocurriese el accidente. Este valor no sería más que el que correspondiese a un vehículo similar en cuanto a modelo y antigüedad que se encontrase en venta en una tienda de segunda mano.
Además, se tendrá en cuenta cuál es el estado de conservación y el desgaste que tenía el vehículo siniestrado (en este aspecto, se debe considerar también el kilometraje del vehículo) y también la oferta y la demanda de ese tipo de automóvil en el momento.
Dicho valor lo determinará un perito, quien tendrá que redactar un estudio de mercado y, por supuesto, quien se encargará también de verificar las características del vehículo.
Otras posibilidades para calcular el valor venal de tu vehículo
Así es como se determina el valor venal de un automóvil en circunstancias normales. Si bien, hay situaciones en las que el cálculo se puede realizar de manera diferente.
Este es el caso, por ejemplo, de las pólizas con cláusulas extra. Si tu póliza cubría los accesorios que le hubieses incluido al vehículo, encontrándose correctamente descritos, estos también deberían indemnizarse.
Otras pólizas ofrecen lo que se conoce como “valor venal mejorado“, que no es otra cosa que sumar al valor venal básico un porcentaje extra previamente establecido en la documentación con la aseguradora.
Lo que no es el valor venal de tu vehículo
Son varias las opciones en las que nos podemos beneficiar de una mejor determinación del precio de vehículo en cuestión, que, definitivamente, ayudará a conseguir una mayor cantidad indemnizatoria. Si bien, hay que dejar claro que, de ninguna manera, este valor podrá ser menor que aquel que sea fruto del resultado de la definición que hemos dado.
Tampoco debemos confundir otros términos como:
- Valor de afección: Consiste en el valor venal más un tanto por ciento que suele ser un 30. Se aplica en ocasiones, si el vehículo no era el del conductor responsable del accidente y si se va a reparar.
- Valor de restos: Es aquel que un comprador estaría dispuesto a pagar por el vehículo ya accidentado.
- El valor de mercado o de reposición: Es el valor del vehículo en el momento de comprarlo justo antes del accidente, sin tener en cuenta kilometraje e incluyendo accesorios extra si están en la póliza.
- Valor a nuevo: Este es seguro que no te lo van a ofrecer, pero aun así, queremos comentarlo. Sería el PVP del vehículo nuevo y con los recargos por los impuestos que se deben pagar para poder circular con él. Sólo se tienen en cuenta los accesorios de serie.
Estos guardan alguna similitud con el valor venal, pero no todas. Por este motivo, no debemos aceptarlos cuando se nos propongan como oferta indemnizatoria.
¿Alguna vez te han tenido que tasar tu vehículo por su valor venal? ¿Estás de acuerdo con la cifra que te dieron?
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