Conseguir un perito que gane un juicio sin testificar no es demasiado difícil… si sabes dónde buscar.
El testimonio de este profesional no tiene por qué ser exclusivamente oral; sin embargo, siempre va a ser potencialmente valioso, da igual el formato en el que se muestre. Las posibilidad de éxito, por supuesto, se multiplican si, formando un gran equipo con tu abogado, se crea un testimonio sólido capaz de marcar la diferencia respecto a la otra parte.
¿Qué tiene que hacer un perito para ganar?
Durante un juicio, las partes que se ven involucradas va a tener que explicar a un juez cuál es su punto de vista en el caso con la intención de conseguir una sentencia favorable, ajustada a lo que consideran que ha ocurrido.
Obviamente, cuando se llega a un juzgado es porque los testimonios de los implicados no coinciden y ninguna asume la culpa del accidente ocurrido. Es en este caso en el que el perito tiene que haber hecho acto de presencia para dar su objetivo punto de vista. Es algo interesante, sí, pero no esencial.
Su trabajo, y lo más importante además, se da desplegando sus capacidades y haciendo una recreación de la situación. Se toman mediciones, se tienen en cuenta lesiones, marcas en la carretera, se hacen rectificaciones fotográficas y mil cosas más para calcular velocidades, posibilidad de ocurrencia de ciertas situaciones, etc.
Nuestro trabajo antes del juicio
- Esto sirve, en primer lugar, para que el letrado pueda comprender mejor el juicio y que consiga, con ello, preparar una defensa excepcional, con unos sólidos criterios de defensa. La verdad es que prácticamente cualquier rama requiere de algo más de especialización que la que aporta un abogado pero en el caso de los accidentes de tráfico la cantidad de información que pueden no controlar es muy amplia.
- Por supuesto, el trabajo del perito consiste en convertir los hechos en algo tangible, de manera que se obtengan pruebas que arrojen luz sobre lo ocurrido y se puedan interpretar. Aunque él mejor que nadie realizará un testimonio sobre su trabajo, es más que probable que un perito gane un juicio sin testificar; sólo necesitas su trabajo.
De hecho, en muchas, muchísimas, ocasiones, los peritos no vamos a juicio. Simplemente redactamos los informes pertinentes que pasan a servir como prueba. Es el letrado o el propio cliente quien acude a testificar y presenta las pruebas en las que nosotros trabajamos, las cuales son lo suficientemente comprensibles para ser entendidas y, por supuesto, para considerarse válidas ante un tribunal.
- A veces, incluso, dichos informes se presentan a la parte contraria y son disuasorios, permitiendo el llegar a un acuerdo sin pisar el juzgado.
Estas son las maneras en las que puedes conseguir un perito que gane un juicio sin testificar: ayudando al abogado, presentando tú mismo nuestras pruebas y utilizando nuestros informes como recurso disuasorio para conseguir cerrar un trato amistoso.
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