Los colores del semáforo forman parte de un código muy sencillo de circulación. Parece un título muy obvio e incluso absurdo pero sucede que conforme pasa el tiempo vamos conduciendo de una forma que parece ser más cómoda y que, sin embargo, supone ponernos en riesgo a nosotros mismos y a los demás. No está demás después de tantos años como conductores, recordar algunas normas básicas de circulación como las que marcan los semáforos.
¿Qué significan los colores del semáforo?
Entender los colores del semáforo es muy sencillo. Sin embargo, no está demás recordar alguna cosilla que, con el paso del tiempo, parece que olvidamos.
- Verde. La luz verde nos indica que debemos continuar la marcha siguiendo cualquiera de las direcciones permitidas.
Verde y ámbar adicional con flecha de dirección. Si nos encontramos con un semáforo con luz verde y, además, se acompaña de una bombilla ámbar con indicador de dirección, significa que podemos continuar con preferencia en la dirección que sigue la vía en la que nos encontramos pero que, si cambiamos la dirección (a la que indica la bombilla ámbar), debemos tener precaución y ceder el paso si se da el caso.
- Roja fija. La luz roja en un semáforo indica que no podemos rebasarlo a no ser que así nos lo indique un agente o así quede indicado por señales circunstanciales.
- Líneas horizontales. Si existe una línea horizontal previa al semáforo, no debemos rebasarla cuando este se halle en color rojo.
- Roja intermitente. Indica que el paso se prohíbe temporalmente por la existencia de un paso a nivel.
- Ámbar fija. Ante la luz ámbar se debe actuar igual que ante la roja. Es decir, debemos detenernos, pues se trata de un indicador de que el semáforo se va a poner en rojo. La excepción para poder rebasar el semáforo en ámbar es que cuando se ilumine en este color estemos tan cerca que detenernos pueda entrañar un riesgo para nosotros o para el resto de peatones, conductores y acompañantes.
- Ámbar intermitente. Debemos extremar la precaución. Se coloca en lugares donde, acto seguido, tienen preferencia otros vehículos o los peatones, de ahí que actuemos prácticamente como si se tratase de un ceda el paso.
- Semáforo sin iluminar. Si por algún motivo te encontrases con un semáforo que no está iluminado, debes extremar las precauciones, ceder el paso a los peatones si tienen paso de cebra y seguir el orden de prioridad de las señales de tráfico.
Sanciones y multas por saltarse un semáforo
No hay que olvidar que los semáforos están regulados por un ciclo semafórico. Esto significa que, salvo que ocurra alguna incidencia, las fases del semáforo se repetirán una y otra vez por lo que no podemos escudarnos en que “no se ponía de tal color” o que “cambió demasiado rápido”. ¿Y esto qué significa? Pues que las sanciones por saltarse un semáforo son difícilmente excusables.
Saltarse un semáforo en rojo es contemplado en la Ley de Tráfico como una infracción grave. Supone la pérdida de 4 puntos del carnet y una multa de hasta 200 euros. Así que cuidado con las nuevas cámaras de control.
¡Pero, ojo! Si el semáforo se encuentra en ámbar fijo, la sanción es la misma, pues recordemos que se debe tratar como si de una luz roja se tratara.
¿Te acordabas de todos estos detalles o, como a la mayoría de conductores veteranos, había alguno que habías olvidado?
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