Los humanos tenemos algunas conductas que favorecen los accidentes de tráfico. Ni qué decir tiene que estas son muy negativas y que siempre se debe tratar de eliminarlas o, al menos, suavizarlas al máximo. De esta manera, se crean y desarrollan una serie de hábitos seguros en la vía.
¿Cómo desarrollar hábitos seguros en la vía?
El primer punto y más que evidente es conocer a fondo la normativa de circulación. Cada una de las normas está pensada para mantener la seguridad de cualquier persona durante la conducción. Por este motivo, resulta esencial comprenderlas, ver un poco más allá de lo que permiten o prohíben.
También se debe analizar el por qué de nuestras actitudes inadecuadas.
Por otro lado, se debe comprender que todas las situaciones de peligro que se dan en la carretera son evitables. Obviamente, la actitud al conducir es una de ellas. Sin embargo, encargarnos del mantenimiento de los vehículos también hace que estos no sean el factor de riesgo que desencadene un accidente. Los organismos públicos, por su parte, con sus decisiones, son los que condicionan que la vía, otro de los factores que intervienen en los accidentes. Así, en un plano principal o secundario, no dejamos de ser las personas las que originamos los accidentes; no debemos intentar excusarnos en que no toda la culpa es nuestra. La excepción se da, por supuesto, en aquellos originados, irremediablemente, por situaciones climatológicas.
Sólo de esta manera podremos lograr concienciarnos y comenzar a desarrollar eso hábitos seguros en la vía que son tan imprescindibles.
Las prácticas que nos convierten en un factor más seguro del campo vial
Sabido esto, pasamos a ofrecer algunos consejos sobre cómo desarrollar hábitos seguros en la vía. Dentro de nuestras posibilidades, todos y cada uno de nosotros, como parte del conjunto social:
- Conoceremos y daremos a conocer los efectos que la conducta personal tiene sobre la conducción y sobre la actuación del resto de personas que transitan las calles.
- Generaremos conductas sociales procooperativas y solidarias con los demás. De esta manera, la tolerancia y el respeto se fomentarán, con la intención de que formen parte del día a día de los conductores y demás personas.
- Posibilitaremos el control de los impulsos, lo cual hace que sea más fácil valorar los riesgos y, a la vez, generar conductas basadas en el raciocinio.
- Trataremos de crear sensibilidad social, tratando de aumentar el aprecio por la seguridad de los demás, por la naturaleza… En definitiva, desdibujar una esfera individualizadora.
- Juzgaremos nuestras capacidades, de manera que seamos conscientes de cómo podemos reaccionar, de qué estamos capacitados para hacer y qué se nos queda aún lejos.
- Con ello, también debemos ser capaces de comprender el riesgo que podemos entrañar en según qué actuaciones. Así, evaluaremos los riesgos.
- Mantendremos una completa atención de nuestro entorno, de manera que la precaución aumente hasta volverse una máxima.
¿Qué opinas de estas máximas? ¿Crees que se educa en estos valores desde la infancia? ¿Y en las autoescuelas? ¿Es posible virar nuestra actitud hacia la seguridad vial a corto plazo?
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