Ocurre con frecuencia y sobre todo en accidentes de gran envergadura, que nuestra compañía de seguros nos dice “su vehículo es siniestro total”, y nos preguntamos: ¿Qué significa eso?, ¿que no me lo van a arreglar? Pero si estaba en perfectas condiciones, no tenia ningún arañazo, ni golpe, su interior estaba impecable, apenas lo usaba, solo tiene 23.520 kilometraje hecho en los 13 años que tiene…Y para colmo de males, nos ofrecen una cantidad irrisoria por él, cuantía que no nos ayudaría a comprar otro vehículo.
Pues esta pregunta es fácil de contestar, un vehículo es declarado siniestro total o pérdida total cuando la reparación del vehículo supera entre el 75 % y el 100% del valor (dependiendo el porcentaje de cada aseguradora), si su precio es superior al valor de mercado en la actualidad (valor venal), o cuando el coche es irrecuperable.
Para determinar esta cuantía se toma unas tablas con unos valores fijados (Asociación de vendedores de vehículos a motor, reparación y recambios).
En el artículo 18 de la Ley 50/1980 se considera siniestro total cuando la reparación del vehículo sea técnicamente imposible. Pero si fuera posible la reparación del mismo y el perjudicado, aunque el coste de esta reparación sea más alta que el valor del vehículo en el mercado, y decidiera arreglarlo, estos costes los asumiría la compañía de seguros cuyo conductor del vehículo fuese el causante del siniestro.
Cuando es técnicamente imposible su reparación, entonces se tendría que determinar la indemnización que correspondería abonar por parte de la compañía de seguros, y esta dependiera de varios aspectos como pueden ser la antigüedad del vehículo, los daños sufridos tras el accidente y los precios actuales de mercado de vehículos con características similares.
Para valorar o tasar el vehículo tendría que hacerlo un perito el cual tendrá en cuenta los aspectos anteriormente mencionados. Teniendo en cuenta que las compañías de seguros siempre ofrecerá una indemnización que será el valor venal tasado pero a la baja.
Por lo que cuando la seguradora nos diga que nuestro vehículo ha sido “siniestro total”, deberíamos, a aparte de que lo haya peritado el perito de la compañía, pedir una segunda opinión que puede ser llevar el vehículo a un taller y que nos hagan un presupuesto de los daños de nuestro vehículo. Y así poder comparar y verificar la peritación dada.
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