¿Quieres saber cómo trabajamos en PDA? Hoy te traemos un post explicativo en el que vas a conocer cuál es la preparación de un perito de accidentes para ganar tu caso, es decir, lo que sabemos, lo que hacemos y lo que conseguimos con nuestra profesionalidad.
Preparación de un perito de accidentes, ¿en qué consiste?
Veamos los nueve puntos que resultan esenciales en la preparación de un perito de accidentes.
Análisis del caso para su aceptación
Obviamente, la primera parte de la preparación de un perito de accidentes para llevar un caso es estudiarlo. Esto se hace, principalmente, por dos motivos.
- En un primer momento, es esencial saber si existe algún motivo por el que el profesional no pueda o no deba llevar el caso. Esta decisión se toma:
- Cuando el perito en cuestión no se ha formado específicamente en las materias que se van a tratar en el caso.
- Siempre que exista materia formal que sirva para formar al profesional, debe cursarla para poder llevar a cabo un caso que incluya esos contenidos.
- Si no existe materia formal, debe optar por una que no sea oficial.
- Este punto no supone un problema para nosotros puesto que somos un grupo de grandes profesionales que abarcamos todas las ramas que se relacionan con el peritaje.
- Sin embargo, si acudes a un profesional que trabaje solo es posible que no se haya especializado justamente en las destrezas que necesitas para tu caso y este requisito es impepinable para poder trabajar.
- Si se dan casos particulares que así lo indican, como:
- Que se sea partícipe en una sociedad que sea parte del proceso.
- Cuando se es pariente de hasta cuarto grado de consanguinidad tanto de las partes como de los abogados.
- Si existen vínculos tanto de amistad como de enemistad manifiesta con cualquiera de las partes.
- En el caso de que alguna de las partes haya denunciado al perito.
- Si ya ha dado un dictamen contrario en el mismo caso.
- Por supuesto, si se está sancionado o inhabilitado.
- Cuando el perito en cuestión no se ha formado específicamente en las materias que se van a tratar en el caso.
- Por otro lado, se debe conocer de antemano lo máximo del caso para poder dar al cliente una información realista sobre el caso, las posibilidades de éxito, los problemas que puedan surgir y, en definitiva, hacerle conocedor de la situación real vista por un profesional.
Plantear el caso
Una vez se decide que el caso es adecuado, hay que comenzar por identificar cuáles son los puntos clave. También hay planificar el abordaje y decidir las metodologías a utilizar en cada parte de este.
Conocer los problemas
Este punto es esencial que se trate de solventar cuanto antes, si bien, es posible que nos surjan problemas inesperados a lo largo de todo el proceso o bien que estos no dependan de nosotros.
Sea como sea, hay que sentarse cuanto antes a identificar aquellos aspectos que se puedan tornar desfavorables o convertirse incluso en todo un problema. De esta manera trabajamos con previsión y tenemos más tiempo para dedicarles así como un punto de vista más lejano y crítico para abordarlos.
De esta manera, muchas circunstancias se subsanan sin que lleguen a convertirse en algo negativo ni para el cliente, ni para los profesionales implicados ni para el caso en general.
Crear una relación sana con el abogado
En la preparación de un perito de accidentes que lleve cualquier caso es esencial que conozca al abogado y trabaje mano a mano con él. Deben estar sincronizados, actuar en sincronía y armonía y, muy importante, asegurarse de que van en el mismo camino.
Para que esa relación positiva se dé es necesario que exista una confianza. Por este motivo, hay que trabajar con la honestidad por delante, poniendo ambas partes todos sus esfuerzos sobre la mesa para conocer el máximo de información posible y poder utilizarla en nuestro favor.
El trabajo perito-abogado se va a dar en el contenido, en la presentación, en la evaluación de un informe contrario si lo hubiese y en cualquier eventualidad que se pudiera dar. Por tanto, debido a que andarán juntos un largo camino, es esencial que lo anterior se cumpla.
El testimonio del perito de accidentes
Son necesarios muy pocos minutos para que el juez tome su decisión. Meses de trabajo para crear un informe perfecto se desvanecen en momentos, en parte, por la sensibilidad de su señoría que, nos guste o no, siempre va a guiarse (en una parte menor o mayor) por su sensibilidad, existiendo inferencias en las conclusiones que puede tomar y en la sentencia a dictar.
Por este motivo, no sólo hay que trabajar en los informes que podamos presentar sino que el testimonio del perito es de vital importancia, pues será el que, en buena medida, guíe, con sus palabras -además de con una cantidad de concluyentes pruebas-, la decisión judicial.
Por este motivo, es totalmente esencial que no se olviden datos o se omitan partes de ningún hecho. Si hay un hueco es posible que el juez lo llene con pensamientos propios que podrían ser totalmente contrarios a los hechos ocurridos. Su trabajo es crear sentencia en base a una historia consistente y coherente.
Así, es trabajo del perito dar un testimonio igualmente consistente y coherente con los detalles justos para que no existan lagunas y que los hechos queden perfectamente explicados.
Al final se deben haber dado, sin saturar, las claves esenciales, justas y necesarias, para que el juez no tenga que realizar un trabajo mental que pueda jugar en nuestra contra.
Su profesionalidad
Cada una de las partes en las que el perito de accidentes trabaje debe ser autoevaluada y contar con una crítica propia. Este detalle, que indica excelencia por su parte, hará que se puedan detectar deficiencias e inconsistencias que se deban trabajar lo antes posible.
En cuanto a su actitud, está más que demostrado que la preparación de un perito de accidentes de cara a dar un testimonio debe ser humilde y profesional. No se trata de parecerlo, esto no es suficiente y tampoco suele salir bien.
Un verdadero profesional usará algunos términos de la jerga pero siempre será inteligible para todos los presentes. Usar términos complejos podrá parecer que la persona es petulante, condescendiente o arrogante; además, puede que en muchos casos no nos hagamos entender. El punto está en explicar las cosas de manera clara, sencilla y con un vocabulario profesional, capaz, correcto y educado.
Un detalle ganador es conocer a los miembros que componen el jurado popular asó como sus cualificaciones y nivel de estudios. De esta manera, sabremos cómo dirigirnos a ellos.
Saber responder
Más allá de un buen testimonio, es necesario que un profesional como este sepa responder las preguntas que se le hacen. Es muy común encontrarse con informes brillantes pero con trabajadores que, una vez los vomitan, no saben o no quieren contestar las preguntas que se puedan hacer para conocer más detalles.
Ninguna de las dos prácticas es adecuada. Es necesario prepararse para todo lo que pueda venir y, por supuesto, para no dejar a nadie con ninguna duda. No hay que evadir las preguntas sino saber dar la información necesaria para que la respuesta no se vuelva en nuestra contra.
En nuestro caso, siempre respondemos de manera clara y concisa, sin confundir y siendo honestos.
Esa honestidad también se trabaja cuando, de ser necesario, un perito admite no conocer una información. A pesar de no ser lo más adecuado, es mejor que andarse por las ramas. Además, genera una relación de confianza al mostrarse uno mismo, “vulnerable”.
Además, en multitud de ocasiones se suele precisar de una ratificación, que no deja de ser otra manera de responder ante la situación. Este punto suele ser mucho más importante que el informe principal y es con el que, en muchos casos, se ganan los juicios. Por ello, nuestro esfuerzo no termina con la redacción de un mero informe.
Ojo a las tareas menos cotidianas
Aunque no siempre ocurre, en algunos casos tenemos que enfrentarnos a alguna situación nueva, no importa en qué fase estemos trabajando. Las tareas que no solemos realizar tienden a producir más de un dolor de cabeza y a hacernos perder demasiado tiempo.
Para facilitar al máximo este aspecto es necesario estructurar las tareas, adelantándonos a lo que pueda suceder. La práctica será esencial. También se deben tener en cuenta detalles que pueden parecer tan absurdos como acostumbrarse a un corte de pelo o a unos zapatos nuevos, pues los tics y movimientos automáticos pueden jugarnos malas pasadas. Todos los detalles son importantes para ganar.
Total dedicación
Finalmente, no nos queda más que indicar que para que un trabajo se haga bien hay que dedicarle mucho tiempo. No podemos actuar de manera automatizada, trabajando por igual en todos los casos porque, sencillamente, son diferentes.
Tenemos que dedicar todo nuestro esfuerzo para ofrecer a los clientes que han depositado su confianza en nosotros un servicio ganador.
¿Qué te parece la preparación de un perito de accidentes para ganar tu caso?
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