El exceso de velocidad es una de las causas más comunes que influyen en la producción de los accidentes de tráfico y es un grave problema de seguridad.
El exceso de velocidad es uno de los mayores problemas de seguridad vial y un factor determinante en alrededor del 30 % de los accidentes mortales de tráfico.
Entre el 40 y el 50% de los conductores conducen más rápido de lo que recomienda el límite de velocidad, y entre el 10 y el 20% superan tal límite en más de 10 km/h. El exceso de velocidad duplica el número de fallecidos cada 100 accidentes y causa lesiones más graves.[distance1] En más de uno de cada tres accidentes la velocidad es inadecuada, lo que hace que el número de fallecidos aumente hasta cuotas del 50%.
Un aumento de un kilómetro por hora en la velocidad promedio de una vía, aumenta en un 5% las lesiones y en un 7% los accidentes fatales.
Las primeras consecuencias mortales aparecen a partir de una velocidad final de unos 25 km/h para los ocupantes de un vehículo no provistos de cinturón de seguridad, y de unos 40 km/h para los ocupantes que se lo han colocado. La probabilidad de muerte es de un 50% a unos 50-55 km/h en el primer caso, y a 65 km/h en el segundo. Un choque a 120 km/h equivale a una caída vertical de 54 metros.
El exceso de velocidad reduce el tiempo que tiene el conductor ante un imprevisto, tiempo que le permitiría evitar un accidente mediante alguna acción evasiva, como por ejemplo frenar.
Al superar el límite de velocidad para la que se fue diseñada la vía, se deterioran aspectos como la estabilidad del vehículo y la visibilidad del conductor, reduciéndose por ejemplo, la distancia hasta donde puede ver el camino.
El factor que más limita la velocidad es la curvatura en planta debido a la sensación que causa en el conductor de aceleración centrífuga (de dentro hacia fuera) y que no está compensada por el peralte. Las curvas suaves son los tramos más peligrosos cuando se circula con exceso de velocidad.
Cuando se circula de noche con luz de cruce no se debería rebasar los 90 km/h, con lluvia de intensidad media reducir la velocidad del vehículo de 10 a 20 km/h.
No basta con respetar los límites de velocidad. Las características de la vía y la meteorología, entre otros factores, hacen que la velocidad adecuada sea aquélla que le permita dominar el vehículo ante cualquier obstáculo o imprevisto que se le presente.
No existe una solución única para el problema del exceso de velocidad. Se requiere una combinación de un mejor trazado de las carreteras, los límites de velocidad y la concienciación de los conductores. Los límites de velocidad deben indicarse con claridad y vienen dados por la función de la vía, la composición del tráfico y el trazado. Sistemas como los badenes y los estrechamientos pueden resultar efectivos para controlar la velocidad. Conducir a exceso de velocidad (produciendo vuelcos, salida del automóvil de la carretera, derrapes).
La OMS y la UE apuestan por los controles de velocidad para reducir los accidentes de tráfico.
La mayoría de los conductores jóvenes conducen más deprisa que la media, según la Dirección General de Tráfico. La nueva reforma de la Ley de Seguridad Vial aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados no varía para nada los límites establecidos. Por tanto la velocidad genérica para turismos y motos en autopistas y autovías sigue siendo de 120 km/h. En carreteras secundarias, de 100 km/h o 90 km/h en función de la anchura del arcén y en vías urbanas dicha velocidad genérica es de 50 km/h.
Una lastima que aún se sigan saltando los límites y sigan produciéndose accidentes que serían perfectamente evitables.
Si una lastima pero parece que inevitable como bien dice.
Alejandro
Una lástima que aún se mantengan límites de velocidad irrisorios y poco creíbles en zonas perfectamente seguras, únicamente con afán recaudatorio, en lugar de penalizar las conductas realmente peligrosas al volante, tales como no respetar distancias de seguridad, no señalizar las maniobras con anticipación, no utilizar debidamente los carriles de la calzada, utilización en movimiento del teléfono móvil, conducción agresiva o intimidante, incluyendo por supuesto el exceso de velocidad, pero donde realmente éste supone un problema.
Del estado de las carreteras en algunos puntos negros, mejor ni hablar.
Bueno, sin duda compartimos contigo muchas de las apreciaciones que nos haces en este comentario. Son muchos y variados los problemas de nuestras carreteras, y el comportamiento de los usuarios en las mismas.
Un saludo
Alejandro