Cuando se investiga un accidente de tráfico son muchos los conceptos que salen a relucir y que deben conocerse y considerarse para poder facilitar la labor a todos los profesionales que trabajan en ello. Uno de esos conceptos es la llamada “causa adecuada” y es la que trataremos hoy.
Es indispensable, en un juicio por accidente de tráfico, discutir quien tuvo la culpa de tal. Para ello, las dos partes van a intentar culpar a la otra buscando una causa oportuna que lo confirme. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, esos motivos no son la causa adecuada que explica lo ocurrido.
El principio de la causación adecuada
Atendiendo a la doctrina jurisprudencial, la causa adecuada de un accidente de tráfico es aquella a la que se le pueden imputar los resultados dañosos posteriores. Se indica que la consecuencia de este agente debe ser natural, adecuada y suficiente de la determinación de la voluntad.
Se considerará natural la que es propicia entre el acto que dio inicio a los sucesos y los resultados dañosos. Esta relación se dará de acuerdo a los conocimientos aceptados en la actualidad sobre los sucesos que se detallen.
Del mismo modo, cada caso habrá de valorarse en función de si se da una virtualidad suficiente entre el acto causante y la consecuencia lesiva que se haya producido.
Los datos fácticos que induzcan a un pensamiento de interrelación por mera casualidad, las probabilidades, deducciones y, por supuesto, las conjeturas poco o nada tienen de fiable y no son, en absoluto, motivo de creencia férrea. Deberán existir pruebas determinantes relativas al nexo entre el agente causante y el daño que se haya producido, de manera que la culpabilidad de una de las partes quede patente.
Sólo de esta manera se puede dictar una sentencia de reparación para la parte considerada culpable y no con menos. Debe determinarse con seguridad un nexo causal, basado en una certeza probatoria.
Esta, además, tiene que cumplir el requisito de no poder ser desvirtuada por teorías de riesgo, objetivación de la responsabilidad o inversión de la carga de la prueba.
Para encontrar la causa adecuada de un accidente y, con ello, culpabilizar a una parte, es necesario que se pueda responder clara y objetivamente al por qué y al cómo.
Determinar la causa adecuada
Como decíamos al comienzo, es muy común encontrarse en juicios con personas que buscan, sin saber cómo, culpabilizar a la contraparte. En muchas ocasiones tienen la razón de su lado pero no saben cómo expresar o probar lo que dicen.
Para ello, un informe de reconstrucción pericial puede ser clave. Los recursos aportados por peritos son unas de las pocas pruebas reales que se tienen en cuenta en un juicio por accidente de tráfico.
Además, será necesario que te asesores por un abogado especializado, de manera que conduzca tu defensa de manera efectiva, objetiva y, sobre todo, legal.
¿Alguna vez te has visto en una situación en la que has tenido que demostrar la culpabilidad de la parte contraria? ¿Lo conseguiste?
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