Aunque lo común es que el tráfico se acumule en ciudad -sobre todo en la zona centro, en las travesías y en las zonas de acceso y salida- lo cierto es que también se producen embotellamientos en carreteras interurbanas. Vamos a dar algunos consejos para conducir cuando hay un atasco en la autovía; si bien pueden aplicarse a cualquier carretera convencional.
Los atascos en autovía
Existen ciertos tramos y ciertas situaciones que hacen que el atasco en autovía sea más común de lo que quisiéramos. Algunos son:
- El exceso de vehículos en hora punta, de camino y vuelta del trabajo.
- Las incorporaciones a la autovía que nacen muy cerca de la ciudad.
- Fechas destacadas en las que se acostumbra a salir de viaje (Navidad, Semana Santa, agosto…).
¿Qué hacer si tenemos que conducir cuando hay un atasco en la autovía?
La primera consecuencia de encontrarse en un atasco en carretera es la sensación de nerviosismo, que nos empuja a conducir de una manera poco eficiente favoreciendo más el colapso. Por este motivo, es importante tener algunos consejos en cuenta que sirvan para mejorar la situación.
Respira
Es importante tener calma y ser paciente. Ponernos de los nervios no servirá para que el atasco desaparezca, solo mermará tus capacidades de conducción, lo que podría derivar en accidentes.
Mantente en tu carril
Siempre tenemos la sensación de que estamos circulando en el carril más lento. Esta condición es temporal. Sin embargo, si te dedicas a cambiar de carril estás haciendo que la circulación de ambos carriles sea más lenta e incluso provocarías retenciones. El cambio de carril no soluciona un atasco, pues el carril al que te incorporas estará igualmente embotellado.
Mantén la distancia de seguridad
Es difícil ver una imagen de un embotellamiento y que los vehículos estén tan separados unos de otros como deberían. Las prisas, el afán por avanzar y el pensamiento de que a ese ritmo “no pasa nada por pegarse” hace que no respetemos la distancia de seguridad, lo que en muchas ocasiones hace que se produzcan colisiones, entre otras cosas porque tendemos a conducir más violentamente (estamos enfadados) y no nos da tiempo de frenar en condiciones.
Usa los intermitentes
La misma creencia de que el ritmo de circulación no es peligroso hace que no señalicemos al realizar maniobras que lo requieren.
Si sumamos esto al punto anterior, es decir, si no mantenemos las distancias y se nos “cuela” un vehículo sin intermitente la colisión está prácticamente asegurada.
Valora otro camino
A día de hoy, los dispositivos de navegación te avisan en tiempo real de si tu ruta habitual se encuentra colapsada. Si hay caminos alternativos acostumbra a consultar tu GPS antes de salir de casa y, en caso de atascos en la autovía, toma esta ruta alternativa.
Cuida el embrague
Por último, no está de más recordar que apoyarse en el embrague hace que este se desgaste prematuramente. Un atasco en la autovía mal llevado puede hacer que tengas que visitar el taller.
Mientras estés parado, descansa tu pie y deja el punto muerto puesto. Eso sí, circular en punto muerto (si se da el caso) también es negativo para el vehículo. Debes mover el automóvil cuando sea necesario tal y como si no hubiese atasco alguno.
Conducir cuando hay un atasco en la autovía no es cosa de locos ni de genios al volante. Solo se precisa un poco de paciencia así como unos buenos hábitos de conducción que ayuden a mejorar la situación.
¿Sigues estos consejos en los atascos en carretera?
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