Cuando hablamos de lesiones o accidentes, generalmente lo hacemos desde la presunción de que es el individuo el que ha cometido una imprudencia o ha sido irresponsable. Pero, ¿qué sucede cuando estamos ante un caso de lesión por producto defectuoso?
Los productos defectuosos, sean del tipo que sean y cualquiera que sea su procedencia, pueden ocasionar prácticamente todo tipo de accidentes. Las víctimas de accidentes automovilísticos, las víctimas de lesiones causadas por medicamentos y los que sufren accidentes en el ámbito laboral se encuentran estadísticamente entre los principales protagonistas de lesiones que a menudo descubren que las mismas fueron causadas realmente por un producto defectuoso. Como consecuencia, su demanda caerá bajo la responsabilidad del propio producto. En algunos casos, la conclusión y atribución de responsabilidades puede ser obvia, pero a veces se necesita una investigación a fondo por parte de los abogados de accidentes con la suficiente experiencia para encontrar la causa real de un accidente o lesión.
Entonces, volvemos al tema de este artículo: ¿cómo actuar legalmente ante un caso de lesión por producto defectuoso? Veamos puntualmente situaciones de ejemplo que pueden orientarte como posible víctima de una lesión causada por un producto defectuoso.
Accidentes de Vehículos Motorizados
Como decía al principio, dejando de lado la imprudencia del conductor, nos encontramos que resulta bastante frecuente que elementos defectuosos sean causales de accidentes en el tránsito, ya sea que involucren automóviles, camiones u otro tipo de vehículo motorizado. Incluso si añadimos los accidentes causados por negligencia del conductor, productos tales como cinturones de seguridad defectuosos, o fallos en el sistema de airbags pueden contribuir a la gravedad de las lesiones. La experiencia lleva, en muchos casos, a afirmar que los accidentes de vehículos todoterreno, a menudo son el resultado de una publicidad inapropiada, que ofrece a los consumidores la impresión de que los vehículos se han diseñado para ser utilizados en formas que, evidentemente, es imposible que puedan operar con seguridad. Entonces, ¿cuándo es responsable el fabricante?
No es fácil responder a esta pregunta. Como una tendencia global, desde la década de 1960 se está tratando de implementar una regulación de responsabilidad objetiva para que el fabricante pueda quedar exceptuado bajo determinadas circunstancias. Por citar antecedentes en España, esa tendencia iniciada en Estados Unidos cobra fuerza a comienzos de la década de 1980 por reacciones sociales ante la grave intoxicación alimentaria causada por el aceite de colza. La situación derivó en la elaboración de una ley general para la Defensa de Consumidores y Usuarios que estableció un régimen de responsabilidad del fabricante. La legislación establece tres tipos de defectos: de fabricación; de diseño; y de información o advertencia.
Pasemos a detallarlos:
- Defecto de fabricación: se refiere al caso donde el producto de referencia, al ser utilizado o consumido, se desvía del diseño previsto para ese producto. Es decir, hay una discrepancia entre la realidad de un producto y el diseño previsto para ese producto, que normalmente se produce por un fallo de fabricación. Un buen ejemplo sería el caso de un fallo del funcionamiento de airbag del vehículo de su automóvil.
- Defecto de diseño: en este caso el producto en cuestión no se aparta del objetivo para su utilización, sino que es su uso el que genera un riesgo de daño, el cual se hubiera podido evitar o reducir con un diseño alternativo.
- De información o advertencia: hace referencia a los productos cuyos riesgos de producir lesiones hubiesen podido ser reducidos o evitados mediante instrucciones o advertencias adecuadas que deberían ser suministradas por el fabricante respecto de sus modalidades de uso, instrucciones que no fueron adecuadamente comunicadas a los usuarios. Como el caso al que hacía referencia más arriba, con del uso de vehículos todoterreno.
La ley que mencionaba sobre los derechos del consumidor sobre la responsabilidad del producto establece claramente que el fabricante o vendedor de un producto es responsable de las lesiones ocasionadas al utilizar un producto defectuoso. Nuevamente, por citar algunos ejemplos de estos casos de responsabilidad del producto en accidentes automovilísticos son airbags que fallan al inflarse, los cinturones de seguridad que no traban correctamente y las llantas que se desgastan prematuramente.
Cualquier persona que resulta lesionada en un accidente automovilístico puede, además de iniciar una demanda por negligencia contra la otra parte, iniciar también una por la responsabilidad del producto contra el fabricante del automóvil. Hay abogados que se especializan en casos de defectos del vehículo y entienden a la perfección cómo actuar legalmente ante un caso de lesión por producto defectuoso, un área compleja del derecho.
Esto no ha sido nada más que un pantallazo general de los elementos a tener en cuenta cuando nos enfrentamos a una situación donde las personas involucradas no sean directamente responsables en un accidente, o en sucesos donde seamos víctimas de lesiones, y cuya finalidad es darte una idea de cómo actuar legalmente ante un caso de lesión por producto defectuoso. Si sabes, o sospechas, que un producto defectuoso estuvo involucrado en la causa de tus lesiones, no dudes un instante en consultar con abogados de probada experiencia en la determinación fehaciente de responsabilidades.
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